domingo, 16 de septiembre de 2007

La frontera invisible

Apuesta por los inmigrantes
Por: Sergio Muñoz Bata*
La cadena de televisión Univisión invitó a los candidatos presidenciales de demócratas y republicanos a asistir a un foro a que expusieran sus ideas sobre cómo conducirían al país en caso de ganar la elección. Al mismo tiempo, y sobre todo, para cuestionarlos sobre temas de importancia para la comunidad hispana. Siete aspirantes demócratas aceptaron la invitación y el domingo se celebró el foro. Sólo un republicano respondió afirmativamente y eso imposibilitó un trato igualitario. De los grandes temas de la agenda demócrata en la campaña 2008: retirada de las tropas de Irak, fortalecimiento de la clase media, cuidado de la salud, independencia energética, mejoramiento del sistema educativo y reducción de la pobreza, ninguno de los foristas dijo nada memorable. Y eso, aunque lamentable, era predecible. Pero, además, ésa no era la razón de ser del foro. Los candidatos fueron para darse a conocer ante la comunidad. Para Univisión, lo esencial era llevarlos a un foro de la comunidad hispana, preguntarles en español sobre temas de la agenda hispana y obligarlos a comprometerse a luchar por lo que Univisión considera son los grandes temas de la comunidad. Como era natural, tratándose de un medio de comunicación en español, la inmigración fue el tema clave, dejando para el análisis una secuela de paradojas. Habría que considerar que para los aspirantes demócratas con posibilidades reales de ganar la candidatura adentrarse en el tema migratorio es incómodo. Públicamente no pueden abogar por la amnistía a los millones de indocumentados ni oponerse a la construcción del muro en la frontera sur, que se planteó como tema de seguridad nacional. De hecho, tres de ellos votaron a favor de su construcción. Irónicamente, para los candidatos republicanos, el tema migratorio no sólo es central en sus campañas, sino que se ha convertido en asunto definitorio y obligado porque, presumen, les rinde enormes beneficios ante los votantes. La apuesta de Univisión fue colocar el asunto como la prueba de fuego para los candidatos que buscan el voto latino porque su audiencia es mayoritariamente inmigrante. Y en este país, los que activan la política son los grupos de presión y de poder: las corporaciones, cámaras de comercio y de industria, sindicatos, grupos étnicos y raciales, que a través de sus cabilderos se vinculan con quienes elaboran las políticas utilizando este modelo: 1) El grupo debe tener unidad temática. Considere, por ejemplo, la defensa de Israel para la comunidad judía. 2) Es capaz de actuar en concierto. Por ejemplo, la oposición al libre comercio de los sindicalistas. 3) Posee los recursos humanos y financieros necesarios para influir en los diferentes actores políticos. Por ejemplo, las contribuciones de la industria farmacéutica a quienes escriben leyes que prohíben la venta de medicamentos baratos procedentes de Canadá. En este contexto, habría que preguntar hasta qué punto la comunidad hispana está unificada en torno a la defensa de la inmigración ilegal, si es capaz de actuar en concierto y si tiene recursos financieros para imponer su agenda. La respuesta, mucho me temo, es negativa. Todo indica que para los hispanos de segunda y tercera generación la inmigración no es un tema fundamental, porque como ha pasado con todos los otros grupos inmigrantes, sus vínculos con los recién inmigrados se han debilitado con el tiempo. *Editorialista de Los Ángeles Times sergio@intelatin.com

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